The Hours of Catherine de’ Medici, Queen of France
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After I did a post on Tuesday about the book of hours of King Henry II of
France (born 1519; reigned 1547-59), reader Steven Hensley noted in the
combox th...
Sacerdotes ad nauseam
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[Hace ya casi un años, como respuesta a un artículo que yo había escrito,
recibí un mail de un lector italiano en el que desarrolla una larga
reflexió...
EL DON DE LA CRUZ
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«¡Oh don preciosísimo de la cruz! ¡Qué aspecto tiene más esplendoroso! No
contiene, como el árbol del paraíso, el bien y el mal entremezclados, sino
que ...
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“Una buena penitencia cuaresmal...luchar contra el mosquito del dengue”,
Mons. Orlando Brandes, arzobispo de Aparecida Del mismo creador de “el
dragón del ...
Noche de Estrella
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El cielo más limpio en noche de Enero
traía a la casa su precioso techo
de estrellas brillantes y azules luceros,
y allí, entre ellas, estaba la Estrel...
TOGLIAMOGLI IL GIOCATTOLO (…E IL FIASCO)
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“Noi lanciamo la campagna ‘liberi di partire – liberi di restare’ con 30
milioni dall’otto per mille di aiuti concreti!” così tuona Mons. Galantino,
il pri...
«Confesando» a su marido.
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Fray Rabieta tenía experiencia en el confesionario, pero la mujer que se
acercó a confesarse lo tomó enteramente por sorpresa. Sería de unos
cuarenta y pic...
Oh Jesús, Pontífice Eterno, Buen Pastor, Fuente de vida, que por singular generosidad de tu dulcísimo Corazón nos has dado nuestros sacerdotes para que podamos cumplir plenamente los designios de santificación que tu gracia inspira en nuestras almas; te suplicamos: ven y ayúdalos con tu asistencia misericordiosa. Sé en ellos, oh Jesús, fe viva en sus obras, esperanza inquebrantable en las pruebas, caridad ardiente en sus propósitos. Que tu palabra, rayo de la eterna Sabiduría, sea, por la constante meditación, el alimento diario de su vida interior. Que el ejemplo de tu vida y Pasión se renueve en su conducta y en sus sufrimientos para enseñanza nuestra, y alivio y sostén en nuestras penas. Concédeles, oh Señor, desprendimiento de todo interés terreno y que sólo busquen tu mayor gloria. Concédeles ser fieles a sus obligaciones con pura conciencia hasta el postrer aliento. Y cuando con la muerte del cuerpo entreguen en tus manos la tarea bien cumplida, dales, Jesús, Tú que fuiste su Maestro en la tierra, la recompensa eterna: la corona de justicia en el esplendor de los santos. Amén. (S.S. Pio XII)
S.S. Francisco PP
Oremus pro pontifice nostro Francisco: Dominus conservet eum, et vivificet eum, et beatum faciat eum in terra, et non tradat eum in animam inimicorum eius.